Preguntas como: ¿El cambio de sexo en las encarnaciones sucesivas, se alterna? ¿O durante cierto tiempo el espíritu encarna con el sexo femenino o masculino?, pueden preocuparnos o desorientarnos.

La alternancia sexual de las encarnaciones sucesivas no es fija. O sea, si en esta encarnación somos una mujer, no significa que en la próxima debamos forzosamente ser un hombre. De hecho, puede darse la circunstancia de que necesitemos -para terminar una tarea o realizar un determinado aprendizaje- encarnar varias veces seguidas en el mismo sexo. Lo que sí hay que erradicar es la idea absurda de que se puede realizar toda la evolución encarnando en el mismo sexo.

La alternancia sexual -realizada en el momento oportuno, evolutivamente hablando- es imprescindible para el desarrollo integral del Espíritu. Si sólo se viviera como hombres, por ejemplo, nunca se podría experimentar en el aspecto de la maternidad ni en el desarrollo de los sentimientos de ternura y entrega que ello conlleva, ni tampoco se conocerían las dificultades y problemas que se padecen (más o menos acuciantes, según el contexto social) encarnando como mujeres; así como de ninguna manera podríamos realizarnos sin experimentar en los aspectos del sexo masculino. Además, esta alternancia es lo que asegurará -junto a la educación- un equilibrio completo para el Espíritu, que hará que cuando encarnemos como hombres o como mujeres sepamos respetar al sexo opuesto. Así se llegarán a erradicar naturalmente, y por la fuerza de los hechos cualquier conducta denigratoria o violenta hacia el género contrario. ◙